
El Gobierno está trabajando la reducción gradual de la jornada laboral, con la intención de alcanzar las 37,5 horas semanales en 2025. Esta propuesta, aún en negociación, tiene como objetivo mejorar la conciliación entre vida personal y profesional, así como aumentar la productividad, aunque plantea retos para diversos sectores económicos.
Los trabajadores tienen derecho a solicitar la reducción de su jornada laboral en distintos supuestos, como maternidad, paternidad, lactancia y cuidado de familiares. Actualmente, tanto hombres como mujeres pueden reducir su jornada para el cuidado de hijos menores de 12 años, con una disminución proporcional del salario. Este derecho también se extiende para el cuidado de hijos hospitalizados o que requieran tratamiento continuado por enfermedades graves.
En situaciones de hospitalización de hijos prematuros, los padres tienen derecho a ausentarse una hora diaria sin que se vea afectado su salario. Asimismo, pueden solicitar una reducción de dos horas al día con la correspondiente reducción salarial. Este tipo de reducciones también puede aplicarse al cuidado de hijos menores de 18 años en caso de enfermedad grave.
Si ambos progenitores trabajan en la misma empresa, el empleador puede limitar el ejercicio simultáneo de este derecho cuando esté justificado por razones organizativas. Es importante destacar que la reducción de jornada es un derecho individual y no se puede transferir entre progenitores o personas que ejerzan la guarda.
Derechos por lactancia y cuidado de familiares
En el caso de nacimiento, adopción o acogimiento, los trabajadores tienen derecho a una hora diaria de ausencia para el cuidado de hijos lactantes hasta los nueve meses de edad. Este tiempo puede dividirse en dos fracciones diarias o acumularse en jornadas completas si así lo permite el convenio colectivo o se acuerda con la empresa.
Para el cuidado de familiares hasta el segundo grado de consanguinidad o afinidad que no puedan valerse por sí mismos, los empleados pueden solicitar una reducción de jornada sin límite temporal, con la consiguiente reducción salarial.
Avances hacia la reducción de jornada a nivel nacional
El Gobierno ha puesto sobre la mesa una reforma que reduciría la jornada laboral de 40 horas semanales a 38,5 horas en 2024, con la intención de disminuirla hasta las 37,5 horas en 2025. La propuesta busca equilibrar la vida laboral y personal de los trabajadores, pero algunos sectores han manifestado preocupación por el aumento de los costes laborales, ya que la reducción de horas no implicaría una disminución proporcional de los salarios.
Este cambio también prevé un refuerzo de derechos como la desconexión digital, para asegurar que los trabajadores no sean contactados fuera de su horario laboral. Asimismo, se plantean sanciones más severas para las empresas que incumplan estas normativas, con multas que podrían alcanzar los 10.000 euros por empleado afectado.
La negociación sigue abierta, y una de las propuestas incluye flexibilidad para las empresas, permitiendo una distribución irregular de hasta un 10% de la jornada anual en sectores con necesidades fluctuantes, como la agricultura o la hostelería.
Impacto en las pequeñas y medianas empresas
El sector empresarial, especialmente las pequeñas y medianas empresas, ha expresado inquietud sobre el posible aumento de los costes laborales derivados de esta medida. Lorenzo Amor, presidente de la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA), ha advertido que la reducción de la jornada laboral supone un incremento salarial del 6,2%, lo que podría afectar negativamente a las pymes.
Por su parte, la Inspección de Trabajo ha subrayado la necesidad de contar con más recursos para garantizar el cumplimiento de esta medida, ya que actualmente el organismo se encuentra sobrecargado.
Aunque la reducción de la jornada laboral a 37,5 horas semanales aún está en proceso de negociación, todo indica que su implantación es inminente. El desafío será cómo impactará en sectores con márgenes de beneficio ajustados, mientras el Gobierno continúa buscando acuerdos que permitan una transición suave hacia esta nueva realidad laboral.