En un fallo reciente, el Tribunal Supremo ha dictaminado que los administradores de sociedades deben mantener su diligencia en la convocatoria de juntas generales para la elección de nuevos miembros administrativos, incluso después de la expiración de su mandato. Esta obligación persiste en casos donde sea necesario convocar una junta para la disolución de la sociedad bajo causas legales.
La sentencia reciente subraya que las obligaciones de los administradores de sociedades se extienden más allá de la caducidad formal de su cargo. Resalta la necesidad de organizar juntas generales para proceder con la disolución de la sociedad de acuerdo con la ley, destacando la importancia de estas acciones en el marco legal vigente.
El recurso analizado por el Tribunal se centró en una presunta violación de la Ley General Tributaria y la Ley de Sociedades de Capital. También se abordó una posible infracción de los derechos fundamentales, en especial en lo concerniente a la equidad del proceso. El caso involucraba a un administrador de una sociedad con cargo caducado, quien cuestionaba su obligación de convocar una junta para disolver la sociedad, a pesar de la presencia de otros administradores con mandatos vigentes.
Decisión del Tribunal Supremo
Bajo la presidencia del magistrado Francisco José Navarro Sanchís, el Tribunal Supremo admitió el recurso, confirmando su adecuación a los requisitos procesales. Se debatió sobre la relevancia de la caducidad del cargo de administrador frente a la existencia de otro administrador activo. La jurisprudencia establece que el fin de un mandato no exime automáticamente a los administradores de sus obligaciones, incluyendo la convocatoria de juntas y la disolución de la sociedad si así lo exige la legislación. La presencia de otro administrador activo no exime a los administradores con cargos caducados de estas responsabilidades.
Con base en estos argumentos, el Tribunal Supremo concluyó que el recurso no generaba un interés casacional objetivo suficiente para una revisión o reinterpretación legal. Por lo tanto, el recurso fue rechazado y se impusieron las costas procesales a la parte recurrente.
Este fallo del Tribunal Supremo destaca la importancia de las responsabilidades continuadas de los administradores de sociedades, aún después de la expiración de su mandato, y refuerza la interpretación legal sobre las obligaciones de los administradores en situaciones de disolución de sociedades y responsabilidad tributaria.